...no sólo daltónico

(Nombre de la imagen: "love is colorblind"/[el amor es daltónico])

¿Sólo daltónico? A ratos completamente ciego, con tendencias neuróticas, histéricas, obsesivo-compulsivas y, a ratos, hasta psicótico. Y eso desde un punto de vista psicológico libre de la influencia de alguna corriente en particular. Pero pensemos. El amor es algo tan diario y necesario como el pan con mantequilla en el desayuno. El problema es que si fuera tan simple, el 95% de la población aquejada por mal de amores o alguno de sus derivados vería desaparecer su sufrimiento rápidamente. El problema del amor es, básicamente, el mismo que aqueja a la compleja mente humana: no hay como conocerla objetivamente, su concepción varía de acuerdo a quien lo describe, puedes observar las conductas que produce, pero no al mismo amor, y, si bien se puede medir de algún modo la intensidad de las conductas, es imposible medir la intensidad del sentimiento, y la facilidad con la que puede derivar al odio… del abrazo a la abrasión, del pico al picahielos, del beso a la bomba atómica… y eso le ha pasado a todo el mundo (especialmente durante un rompimiento). Es más, a pesar de lo enfermizo que suene, creo que es una de las dinámicas mediante las cuales hoy en día viven (o debería decir, sobreviven) varias parejas. En resumen, es incomprensiblemente incomprensible, teniéndolo tan cerca como lo tenemos (¿está hasta en la sopa y no podemos comprenderlo? La inteligencia humana no tiene límites).
En fin, no es mi intención desacreditar al amor. A decir verdad, recuerdo mis enamoramientos como espacios temporales relativamente más tranquilos, y bastante felices. Pero siendo algo tan común, deberíamos ser capaces de explorar un poco más lo que tenemos alrededor nuestro. Quizá no es el amor el que es daltónico, sino que nosotros no nos damos cuenta que somos daltónicos al amor…


(Una vez mas, imagen de http://www.onehorseshy.com, juro que algun dia encargare uno de esos polos...)