Friday, September 14, 2007

Salvataje: Renovación de Visas...


05/05/06
(O una visita a la Embajada de Gringolandia, escrito el 4 de abril y publicado la noche del día siguiente)

Los gringos son personas decididamente extrañas. Tienen arraigada la firme creencia de que su país es el lugar más maravilloso del mundo, y que al menos el 99% de nosotros, desvalidos habitantes de países tercermundistas, mataríamos por siquiera poner los pies en su territorio. Así que para que no todos podamos entrar, y a la vez evitar a gente “indeseable”, crearon un proceso extremadamente aburrido e incomodo, que serviría, según ellos, para disuadir a varios postulantes a siquiera intentarlo.

Bueno, no funcionó. Todos nos damos cuenta de ello.

Menos ellos, por supuesto.

Pero son tan neuróticos que, solo por si acaso, lo siguen llevando a cabo.

Y eso fue lo que me toco vivir esta mañana.

Para empezar, tuve un día asesino ayer, en el que no pisé mi casa entre las 8:15am y las... 7:15pm. Y para coronarla, un dolor de cabeza que no paró ni cuando me fui a dormir. ¿Genial? No tanto como levantarse al día siguiente a las seis de la mañana porque, bueno, "hay que llegar temprano a hacer la cola". Y llegamos a eso de las 6:50am para dicho propósito… sólo que había una serpenteante fila de varias personas incluso a esa hora... y eso sólo para lograr entrar al edificio mezcla entre bunker y penitenciaria. Así que, caballero nomás, nos paramos e hicimos la cola, con los pasaportes, formularios y toda la parafernalia. Por algún motivo no se podían usar clips para los formularios; algún tipo de material para potencialmente construir armas bacteriológicas, probablemente. Un tip: si algún día necesitan clips, pasen por la puerta de la Embajada, y miren el piso, que temprano en la mañana parece estar alfombrado de ellos. Y no hay que olvidar: no se puede ingresar con cuchillas, pistolas, rifles, laptops, celulares, matamoscas...

Una vez dentro, luego de pasar por el detector de metales y los rayos X, hay que hacer una pequeña fila donde te indican a que grupo perteneces. Luego, van llamando a dichos grupos, a su vez, en grupos de tres. Mientras esperas puedes sentarte, una de las partes mas cómodas de la visita, y divertirte con la maquina expendedora. No que puedas hacer mucho mas que sacar un paquete de galletas metiendo tu moneda, pero cuando no has desayunado eso es suficientemente bueno. Samuel corriendo por aquí y por allá con otro niño, yo comiendo galletas y doblando clips, mi papá con su maletín lleno de papeles (que no necesitaría): ¡vaya imagen que formábamos! Pero finalmente llamaron al "grupo 171 a la ventanilla 2" y finalmente ingresamos al edificio.

Resulta que tuve que esperar a que más o menos 20 personas que estaban conmigo al frente de la ventanilla 2 pusieran sus huellas digitales para al fin yo poner la mía. Aparentemente era la última del grupo. (hurra). ¿Y padre e hijo? Cómodamente sentados. Solo los mayores de 14 necesitan huellas digitales. Genial. Luego a sentarse de nuevo, al fin. Y ahí esperar a que llamaran otra vez al famoso grupo 171, y cuando lo hicieron... me pare de un salto para llegar rápido a la ventanilla. Así que nos atendieron primero en un proceso que luego de 2 horas de espera, duraria aproximadamente 4 minutos. "¿Has tenido visa?" "¿Cuál es el tiempo máximo que has estado en EEUU?" "[A mi papá] ¿A qué se dedica?" Y listo. "Sus visas han sido aprobadas."

Sí. Eso fue todo.

A mi parecer, el proceso es engorroso, tedioso, (más cosas terminando en el sufijo -oso), y estúpido. ¿Dos horas de espera para salir del paso en 4 minutos? Realmente creo que la gente sobreestima al país del norte...

¿“Visa para un Sueño” o “la Visa me da sueño?”

Eso se los dejo a ustedes.

****
[Se nota que estaba enojada, verdad? Reforzando mi inmenso amor por EEUU...] ;)

1 comment:

Reaño said...

Bueno pues... eso te pasa por ir al inframundo americano: ya viste Sycko de Moore?

Por eso... vive la France... y en, general cualquier parte que no sea USA (salvo, Springfield y South Park)